Jaromir Perez and Jaromir Jagr

Los equipos de hockey en la República Checa rara vez incluyen contenido en español en sus publicaciones de redes sociales, pero el HC Bílí Tygři Liberec de la Extraliga checa es la excepción a la regla.

Cuando el club anunció que un prometedor alero de 19 años firmó una extensión de contrato hasta abril de 2028, su publicación en la red social ‘X’ incluyó la frase: “Él se queda”.

La razón: el nombre del jugador en cuestión es Jaromír Pérez, quien nació en Barcelona, España.

“Mucha gente se acuerda de mí por mi nombre”, le dijo Pérez a NHL.com durante una entrevista reciente. “Pero intento más que me recuerden por mi forma de jugar”.

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Y está triunfando. Pérez fue candidato para representar a la República Checa en el Campeonato Mundial Juvenil de la IIHF este año, hasta que una lesión en la espalda lo obligó a perderse una gran porción de la primera mitad de la temporada.

Tras regresar al equipo en Liberec, se ha ganado la confianza de sus compañeros y entrenadores. Pérez sumó seis puntos durante una racha ganadora de siete partidos en enero y ha logrado acaparar la atención suficiente de cara al siguiente Draft de la NHL.

Tras anunciar el nuevo contrato de Pérez, Michal Birner, director Deportivo del HC Bílí Tygři Liberec, dijo en un comunicado: “Gracias a su trabajo diario, (Jaromír) ha progresado enormemente dentro y fuera de la pista en casi dos años. Es un jugador surgido de nuestra academia y su permanencia en el club es aún más importante y valiosa para nosotros. Creemos que se convertirá en uno de los pilares fundamentales para el futuro”.

Los papás de Jaromír, Raúl y Markéta, se conocieron en España luego de que Markéta se mudara a ese país para trabajar y aprender español. Luego de que Markéta dio a luz a dos varones, gemelos, el 27 de julio de 2005, la pareja acordó que Raúl eligiera el nombre de uno de ellos y Markéta el otro.

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Raúl eligió Diego. Markéta escogió Jaromír.

Desde luego, Markéta era cercana a las hazañas de Jaromír Jagr en el hielo; sin embargo, Jaromír describe a su mamá, Markéta, como una aficionada casual al hockey, quien simplemente eligió el nombre sin la preocupación de predisponer el futuro deportivo de su hijo.

No obstante, su ‘premonición’ fue impresionante.

“Mi padre ni siquiera sabía lo que era el hockey sobre hielo, así que es curioso”, dice Jaromír sonriendo. “No sabía cómo decir mi nombre”.

Raúl, gerente de una empresa de piezas automotrices, y Markéta, profesora, se mudaron a Praga cuando sus gemelos tenían siete años. Hoy en día, son los líderes de una familia de hockey formada por cuatro hijos.

Šimon, su hijo mayor, comenzó a practicar el deporte en España y ahora estudia en Praga; Diego sigue jugando para un equipo en Praga; Eliáš, el menor, de 10 años, podría seguir un día los pasos de Jaromír buscando llegar al hockey profesional.

Y todo comenzó en una pequeña pista de hielo en Barcelona.

“Empecé a patinar cuando tenía cuatro años, porque mi hermano mayor jugaba”, cuenta Jaromír. “Teníamos un equipo en Barcelona. Con mi hermano gemelo siempre íbamos a sus entrenamientos. Siempre que podíamos empezábamos a jugar y nunca parábamos”.

En aquellos años, la mayoría de los niños en Barcelona se maravillaban con lo que hacía Lionel Messi en el Camp Nou. Y Jaromír era uno de ellos, a decir verdad. Pero también quería ser como Jagr y, más recientemente, como David Pastrňák.

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Ahora Pérez está en la misma ‘liga’ que Jagr, quien sigue jugando para el Rytíři Kladno, el equipo del que es dueño en la Extraliga. Pérez ha jugado contra el veterano de 53 años en varias ocasiones. Y tiene grandes recuerdos de las veces que ha estrechado manos con su ídolo, aunque todavía tienen una charla pendiente.

Cabe señalar que Pérez no es el único Jaromír en la Extraliga esta temporada, pues Jágr tiene un compañero, de nombre Jaromír Pytlík, con ese nombre también.

Pérez habla tres idiomas con fluidez: checo, español e inglés. Y también catalán, mientras vivió en Barcelona. En la casa de la familia, en Praga, Raúl a menudo habla con sus hijos en español; Jaromír dice que responde en español o en checo, dependiendo de la situación.

Jaromír trata de ir a España al menos una o dos veces por año a ver a su abuelo y sigue siendo un seguidor de las selecciones españolas de futbol.

Por ahora, la casa de Jaromír, debido al hockey, está en Liberec, una de las ciudades más al norte del territorio checo, pues las fronteras de Alemania y Polonia están a solo 25 kilómetros de distancia. Le gusta vivir cerca de la arena, disfruta del centro histórico de la ciudad y hace recorridos de un día a las zonas boscosas y montañosas cercanas cuando tiene tiempo.

Cuando llega a los entrenamientos todos los días, Pérez y sus compañeros revisan los highlights de los partidos de la noche anterior en la NHL. Sigue a las estrellas checas como Pastrňák y Martin Nečas, así como a Jack Hughes, Auston Matthews, y al héroe del torneo 4 Nations Face-Off, Connor McDavid.

Jaromír sueña con jugar en la NHL con ellos algún día y representar a República Checa en la selección mayor, algo que ya ha hecho en las selecciones de límite de edad.

Quizás un día Pérez lleve toda esa experiencia a España para ayudar al crecimiento del hockey en ese país.

“Siempre he pensado en mudarme para allá cuando sea mayor”, menciona.

Pero para eso todavía falta mucho y Jaromír Pérez, un chico que domina tres idiomas y que representa a dos países, apenas comienza su historia.

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