Raúl eligió Diego. Markéta escogió Jaromír.
Desde luego, Markéta era cercana a las hazañas de Jaromír Jagr en el hielo; sin embargo, Jaromír describe a su mamá, Markéta, como una aficionada casual al hockey, quien simplemente eligió el nombre sin la preocupación de predisponer el futuro deportivo de su hijo.
No obstante, su ‘premonición’ fue impresionante.
“Mi padre ni siquiera sabía lo que era el hockey sobre hielo, así que es curioso”, dice Jaromír sonriendo. “No sabía cómo decir mi nombre”.
Raúl, gerente de una empresa de piezas automotrices, y Markéta, profesora, se mudaron a Praga cuando sus gemelos tenían siete años. Hoy en día, son los líderes de una familia de hockey formada por cuatro hijos.
Šimon, su hijo mayor, comenzó a practicar el deporte en España y ahora estudia en Praga; Diego sigue jugando para un equipo en Praga; Eliáš, el menor, de 10 años, podría seguir un día los pasos de Jaromír buscando llegar al hockey profesional.
Y todo comenzó en una pequeña pista de hielo en Barcelona.
“Empecé a patinar cuando tenía cuatro años, porque mi hermano mayor jugaba”, cuenta Jaromír. “Teníamos un equipo en Barcelona. Con mi hermano gemelo siempre íbamos a sus entrenamientos. Siempre que podíamos empezábamos a jugar y nunca parábamos”.
En aquellos años, la mayoría de los niños en Barcelona se maravillaban con lo que hacía Lionel Messi en el Camp Nou. Y Jaromír era uno de ellos, a decir verdad. Pero también quería ser como Jagr y, más recientemente, como David Pastrňák.