En las últimas semanas los New York Rangers se han parecido un poco más a su propia versión del año pasado, esa que conquistó el Trofeo de los Presidentes, otorgado al mejor equipo durante la temporada regular.

Después de obtener ese honor y caer posteriormente en la Final de la Conferencia Este ante los eventuales campeones Florida Panthers en los playoffs, los Rangers han enfrentado múltiples altibajos que han evitado que los neoyorquinos puedan siquiera acercarse al éxito en la temporada regular que lograron hace un año.

Dicho eso, los dirigidos por Peter Laviolette parecen estar ahora en una posición en la que hacerse con un boleto a los Playoffs de la Stanley Cup no luce como un objetivo tan cuesta arriba como hace algunas semanas. El club está metido en una férrea competencia con hasta seis equipos separados por apenas cuatro puntos por el último boleto del Comodín de la Conferencia Este.

Pero con seis victorias en sus últimos 10 partidos, Nueva York ha demostrado destellos de su potencial, y qué mejor manera de demostrarlo que exhibiendo una de sus fortalezas —la profundidad de su portería— pintando de blanco a los Nashville Predators de la mano de uno de los grandes históricos del juego.

Ahora con Nueva York, su equipo por segundo año consecutivo, Jonathan Quick sigue escribiendo su legado en la NHL, y en la noche del domingo escribió un capítulo más en su larga historia de logros. El veterano guardameta de 39 años alcanzó un hito significativo al disputar su partido número 800 en la liga, convirtiéndose en apenas el segundo portero nacido en Estados Unidos en lograrlo, después de John Vanbiesbrouck (882 juegos).

Quick suma 34 salvadas en su tercera blanqueada de la campaña

Pero no se conformó sólo con eso, sino que lo celebró con su 63ra de por vida blanqueada en la NHL —18va mayor cantidad en la historia y segunda mayor entre los activos, por detrás de los 76 de Marc-Andre Fleury— guiando a los Rangers a una victoria de 4-0 en el Madison Square Garden sobre los Predators.

“Comencé mi carrera jugando con él y ahora sigo jugando con él. Es increíble lo atlético que sigue siendo a su edad”, comentó Brodzinski, resaltando la longevidad y calidad de Quick. “Su habilidad para hacer esas atajadas locas y acrobáticas y levantarse como si nada. Puede estar en split con cuatro jugadores encima de él y simplemente se levanta de inmediato. Es impresionante”.

Quick detuvo los 34 disparos que enfrentó, incluyendo 19 en el tercer período, reafirmando su vigencia y demostrando que aún puede ser un factor determinante para su equipo en la lucha por los playoffs.

Con su tercera blanqueada de la temporada, se unió a un selecto grupo de porteros que han conseguido al menos tres juegos de ese tipo en una misma campaña con 39 años o más en los últimos 50 años, una lista que incluye nombres como Dominik Hasek, Dwayne Roloson, Curtis Joseph, Martin Brodeur y Gerry Cheevers.

Desde el inicio del partido, los Rangers impusieron condiciones y lograron abrir el marcador a los 8:32 del primer período con un gol de Artemi Panarin. Nueva York amplió su ventaja rápidamente en el segundo acto, cuando J.T. Miller aprovechó una asistencia de Panarin en el Power Play para colocar el 2-0 al minuto 1:02. Poco después, K’Andre Miller aumentó la diferencia a 3-0 con un gran movimiento desde la zona baja del círculo derecho, tras un pase preciso de J.T. Miller. El 4-0 definitivo llegó a los 16:57 del tercer período gracias a Brett Berard, quien definió con un tiro de muñeca desde el slot tras una asistencia de Sam Carrick.

NSH@NYR: Panarin ejecuta un potente disparo para quebrar el cero

El entrenador de los Rangers, Peter Laviolette, no escatimó elogios para su portero tras la actuación estelar:

“Los primeros 40 minutos de esta noche y del partido pasado, creo que hemos estado bastante sólidos defensivamente”, comentó Laviolette. “Necesitamos jugar de esa manera, y cuando hay desajustes, necesitas que tu portero haga las paradas, y ambos lo están haciendo. [Quick] estuvo fantástico esta noche, especialmente en el tercero cuando el marcador estaba 3-0. Tuvo que hacer algunas paradas importantes”.

Claro, la solidez de los Rangers no sólo estuvo en la portería. Artemi Panarin se convirtió en el octavo jugador en la historia de la franquicia en registrar al menos cuatro temporadas consecutivas de 60 o más puntos. Su impacto ofensivo ha sido clave en la reciente recuperación del equipo, al igual que el de Mika Zibanejad, quien extendió su racha de puntos a seis juegos con dos asistencias en la noche.

Zibanejad ha sumado 15 puntos en sus últimos 10 partidos (4G-11A) y desde el 1ro de febrero lidera la NHL en puntos, mientras que su total de asistencias es el más alto junto con otros jugadores de la liga. De su parte, J.T. Miller también ha sido una pieza fundamental desde su llegada a los Rangers, registrando su quinto juego de múltiples puntos (1-1) en 10 partidos con el equipo. En total, ha sumado 12 unidades (6-6) en ese lapso y sus nueve puntos en Power Play desde el 18 de enero lo ubican entre los tres mejores de la NHL en ese departamento.

“Pensé que jugamos bien”, expresó el defensa Zac Jones. “Tuvimos una gran vibra en el vestuario. Todo estuvo relajado, todos estaban de buen ánimo. Fue una gran sensación antes del partido y obviamente estos dos puntos eran necesarios para nosotros en este momento”.

Con esta victoria, los Rangers (30-26-4, 64 puntos) se mantienen en la pelea por los playoffs, empatados en puntos con los Ottawa Senators y Boston Bruins, y a sólo dos unidades de los Detroit Red Wings por el segundo comodín de la Conferencia Este.

El equipo ha ganado tres de sus últimos cuatro partidos y seis de los últimos 10, consolidando su recuperación en la parte crucial de la temporada. Su próximo desafío será este lunes ante los New York Islanders en el Madison Square Garden, en otro duelo clave en esta puja por la postemporada.

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